El otro día empezamos a hablar de los distintos tipos de campanas de extracción en función de distintos aspectos. Hoy continuamos este tema centrándonos en aspectos más técnicos. Por tanto, antes de elegir una campana debemos tener en cuenta el tipo de motor que a su vez va a influir en otros aspectos como el nivel de ruido, la limpieza de la campana, etc.
Lo ideal es que tu campana tenga motores blindados de hierro para evitar que la grasa se adhiera. A parte, debe tener varias velocidades según la succión que necesites así como una opción de limpieza automática y una válvula anti retorno que impide que el humo y la grasa regresen a la cocina.
Si tu cocina está abierta a otras estancias como el salón, es importantísimo que te decantes por la campana extractora más potente que encuentres así como por una campana lo suficientemente grande y que los tubos que instales para dar salida al exterior al humo sean también grandes.
Seguimos hablando del ruido y es que hay campanas realmente molestas; por tanto, debes medir los decibelios para intentar que el electrodoméstico que adquieras sea lo más silencioso posible. Para que te hagas una idea, las campanas extractoras emiten una media de entre 70 y 80 decibelios a potencia máxima y unos 40 decibelios con la mínima potencia.
Para evitar tener que estar todo el día limpiando la cocina, lo mejor es que elijas una campana con filtros de aluminio extraíbles que se lavan cómodamente en el lavavajillas.
A parte de estos factores, por su puesto, volvemos a lo de siempre: el uso que vayas a darle a la cocina, porque si vives solo o no pasas mucho tiempo en casa, no vas a necesitar invertir tanto dinero como alguien que se pasa el día cocinando.