Una vez que tengo claro qué tipo de cocina quiero, surge una segunda pregunta: Y ahora: ¿qué color elijo?

   Como se suele decir...."para gustos los colores". Dependiendo de tu estilo (más convencional o más moderno), de tus gustos personales, del presupuesto..., te decantarás por unos colores u otros. Yo no soy quién para decirte que elijas un color u otro pero sí me gustaría darte unos sencillos consejos del color más apropiado teniendo en cuenta distintos factores:

   1.- La luz: el color de una cocina guarda mucha relación con el tipo y la intensidad de luz que exista en tu espacio de cocina. Si tu cocina dispone de poca luz natural, te aconsejo que utilices colores claros como el amarillo o el blanco para potenciar la luminosidad. También es recomendable que en este caso utilices electrodomésticos metalizados o de acero que reflejan la luz y crean mayor sensación de amplitud. En cambio, si tu cocina dispone de abundante luz natural, usa colores oscuros que dotarán a la instancia de calidez.

   2.- El tamaño: los colores claros (rosas pálidos, lavandas u ocres) agrandan los espacios mientras que los tonos oscuros o cálidos (negros, marrones y grises) lo reducen.

   3.- El resto de elementos de la cocina: el color de los muebles que hayas elegido así como el de la encimera o los azulejos, determinará también el color de las paredes de esta estancia. Por regla general, si el color de esos elementos es oscuro, es conveniente elegir un tono más claro para tus paredes. Juega con los contrastes para crear una cocina atractiva y para nada aburrida.

Seguro que los amantes de la cocina como yo, agradecen no sólo tener espacio para cocinar sino también suficiente luz.

No todos podemos tener una cocina mirando a la calle con grandes ventanales que dejan pasar gran cantidad de luz natural. Además, aunque fuera así, todos necesitamos luz artificial para iluminar aquellos rincones a los que no llega la luz natural y, por supuesto, para iluminar nuestra cocina de noche.

Lo ideal, es utilizar tres tipos de luces en la cocina: luz general o ambiental, luz puntual y luz dirigida. Te explico...

Es necesario disponer de una luz ambiental, lo más blanca posible, generalmente ubicada en el techo, como alógenos, fluorescentes o lámparas.

Esta luz general habrá que completarla con luz puntual situada en diferentes áreas de trabajo, como el lugar de cocción, la encimera o una barra de desayuno; y con luz dirigida, por ejemplo, situada en el interior de algún mueble de cocina al que no llega otro tipo de luz. En ambos casos, las luces leds son las más usadas ya que no producen calor, son de bajo consumo y su duración es más larga que la de una bombilla.