Antes de decidirte a comprar la cocina de tus sueños, debes llevar a cabo una planificación de la cocina. Lo primero de todo será diseñar tu cocina sobre el papel (o sobre un programa de diseño a ordenador) que te ayude a dividir y a colocar las zonas principales de una cocina sobre el plano. En ese diseño, deben estar presentes tres zonas: la zona de preparación de los alimentos, la zona de cocción y la zona de lavado.
Una vez ubicadas esas zonas principales, ya puedes pasar a distribuir y planificar el resto de las áreas y muebles que quieres colocar. Mi consejo es que pidas ayuda a un especialista en diseño de cocinas, quien te asesorará y te garantizará que las medidas y el área se adaptan 100% al espacio real.
Además, es importante que mucho antes de ponerte a diseñar y decorar tu espacio de cocina tengas una idea de lo que quieres. Busca tu estilo (rústico, moderno, minimalista, contemporáneo...) y coge ideas de revistas de decoración, páginas webs o incluso casas físicas de amigos y familiares. Elige los colores que van más acorde con tu familia o con la decoración del resto de tu casa y busca siempre para este espacio calidez y armonía. Piensa en todo momento tanto en el aspecto estético como en el funcional, al fin y al cabo es un espacio en el que vas a pasar muchas horas por lo que estar cómodo y que no te canse a la vista es fundamental.
Importante también es buscar muebles y otros elementos limpios, resistentes y duraderos, así como incorporar elementos que garanticen la seguridad y minimicen los riesgos de sufrir un accidente doméstico.
Por supuesto, la garantía de la marca, el fabricante y la empresa de montaje son fundamentales, así como el factor precio. Antes de empezar a elegir la cocina de nuestros sueños deberemos tener claro el presupuesto con el que contamos.