La cocina es uno de los rincones de la casa al que más uso damos a lo largo de nuestra vida. Razón por lo que quizá te toque hacer una reforma.
Una reforma en la cocina supone un importante desembolso económico, por lo que antes de proceder al cambio, hay que planificar bien todo el proyecto para ahorrar y evitar sorpresas en el último momento. Tómate tu tiempo para planificar la reforma.
Ahorrar no significa elegir el material más barato sino comparar e informarse bien. Mi consejo es que pidas dos o tres presupuestos y compares. Solicita siempre cualquier presupuesto por escrito y en el que se desglose el material presupuestado. Por supuesto, desconfía de presupuestos excesivamente baratos o descuentos que te hagan de viva voz. Del mismo modo, no firmes ningún contrato sin leer las condiciones y la fecha de finalización de la obra.
Ojo: lo más caro no tiene porqué ser lo mejor pero sí debes mirar que el material que elijas para tus muebles, encimera, paredes, etc., sea el que mejor responde a tus necesidades y que sea el más duradero. Lo que sí te recomiendo es invertir todo lo necesario en la instalación de grifos, iluminación, etc., así como en la sustitución de las tuberías antiguas o el cableado eléctrico.
Una forma de ahorrar, es invertir sólo en aquella parte de la cocina que necesitas reformar. Puede que necesites renovar tus electrodomésticos pero no tu encimera, por ejemplo. Reformar no significa necesariamente realizar una obra completa en tu cocina.